Fisiología del sistema nervioso

Introducción a la Fisiología del sistema nervioso. En el complejo proceso evolutivo, que creó organismo pluricelulares, las células, que conforman dichos organismos, perdieron su individualidad en aras del todo íntegro. Significa lo anterior que en los organismos pluricelulares cada célula es parte integrante y fundamental de un todo, ya que por sí sola no puede vivir ni adaptarse a ningún medio. Las células especializan y forman tejidos, los que a su vez forman los órganos; un conjunto de órganos reunidos en un sistema responden a un determinada función.



Por ejemplo el sistema cardiovascular está constituido por el corazón y los vasos sanguíneos, cuya función es mantener la sangre (otro tejido) en continuo movimiento, y transportarla hacia todos los rincones del organismo. El sistema respiratorio, constituido por la nariz, la faringe, la laringe, los bronquios y los pulmones, tiene como propósito garantizar la ventilación pulmonar y el intercambio gaseoso entre el organismo y la atmósfera. El sistema óseo-muscular, conformado por los huesos y los músculos esqueléticos garantiza la locomoción.

El sistema digestivo (boca, esófago, estómago e intestino delgado), responde por los procesos degradativos de los alimentos y su posterior absorción hacia la sangre. El sistema renal es el encargado de mantener "limpio" nuestro organismo de productos finales e intermedios del metabolismo, así como de mantener en valores normales una serie de electrolitos y la cantidad de agua que este requiere.

Es claro entonces que todos los subsistemas orgánicos aportan su grano de arena en el mantenimiento de la homeostasia del medio interno. Ahora bien valen las preguntas ¿Cómo se integran todos los órganos y subsistemas entre sí? ¿Qué mecanismos son responsables de un trabajo armonioso y eficiente de todos los subsistemas orgánicos?

Mecanismos de regulación humoral (hormonal) y nervioso




El organismo precisa de unos sistemas que garanticen la armonía y el buen desempeño de todos y cada una de las partes constituyentes del todo.

Podemos de una manera resumida decir que el organismo animal realiza cinco funciones fundamentales. Las funciones sensitivas y motoras, denominadas funciones animales por ser caracterísitcas del reino animal y las funciones vegetativas, comunes para los reinos animal y vegetal; nos referimos al crecimiento, a la reproducción y al metabolismo.

Es claro que las funciones vegetativas se manifestaron desde los mismos inicios de la vida, en el mar primitivo plegado de seres unicelulares que aprendieron a reaccionar a la composición química del líquido en donde se encontraban inmersos (quimiotaxis positivas y negativas). Cuando aparecen los organismos pluricelulares del reino animal, se perfeccionan dos cualidades fundamentales en este tipo de seres: la cualidad del sentir y la cualidad de la movilización activa en el medio que los rodea (agua o tierra), lo que supone mecanismos de regulación más perfectos y efectivos.

Es necesario entonces que nos refiramos a dos tipos de mecanismos de regulación de las funciones que realizan los distintos subsistemas: el mecanismo humoral y el mecanismo nervioso.



El mecanismo humoral (del latín humor, que significa líquido), más antiguo y menos efectivo, en cuanto al control de las funciones sensoriales y motoras, pero sin lugar a dudas, muy efectivo en cuanto a las funciones relacionadas con la reproducción, el crecimiento y el metabolismo.

La conquista de la tierra por parte de los animales pluricelulares, los obligó a "llevar", dentro de sí, un poco de ese mar primitivo, que posteriormente fue denominado medio interno.

Nuestras células que perdieron su independencia en aras de un todo, así como la posibilidad de moverse libremente (con excepción de los leucocitos), conservaron sin embargo la capacidad de reaccionar a la composición química del medio que las rodea, es decir de su medio interno, semejante a como lo hacen los organismos unicelulares que "organizan su conducta" a través de mecanismos denominados taxis (quimiotaxis, fototaxis, por ejemplo).

EL mecanismo humoral de regulación lo realizan sustancias que viajan por los líquidos del organismo, particularmente por la sangre. Estas sustancias pueden ser en algunos casos productos finales del metabolismo, denominados metabolitos (en el caso del CO2 o gas carbónico, producto final del metabolismo aeróbico, que regula la función respiratoria), o por el contrario sustancias biológicamente muy activas, elaboradas por tejidos especializados y denominados hormonas

El mecanismo de regulación nervioso es más evolucionado y mucho más efectivo que el humoral, en el proceso de controlar nuestro sentir y capacidad de movimiento.



EL mecanismo nervioso es entonces, más evolucionado y efectivo en términos de una mayor rapidez y una mayor precisión en su accionar. Mientras que el mecanismo humoral es lento y difuso, a raíz de que las sustancias reguladoras viajan por la sangre, mientras que el mecanismo nervioso utiliza vías determinadas (nervios), por donde viajan a gran velocidad las órdenes (impulsos nerviosos) que controlan la actividad de tal o cual órgano.



La sangre, en condiciones de reposo, recorre todo el circuito en aproximadamente 15-20 segundos, mientras que el impulso nervioso puede viajar por los nervios a grandes velocidades: 120 metros por segundo.

Es importante tener presente el principio de integridad que opera en los organismos pluricelulares. En ellos, los mecanismos humoral-hormonal y nervioso se complementan, son interdependientes, a tal punto que lo correcto es hablar de un solo mecanismo neuro-humoral. Las principales hormonas secretadas por la hipófisis anterior (mecanismo hormonal), están bajo el control del hipotálamo (mecanismo nervioso). Así mismo, la transmisión de un impulso nervioso hasta llegar a un órgano efector (mecanismo nervioso), se realiza con la obligada participación de sustancias químicas (neurotransmisores), algunas de las cuales son parecidas a las hormonas (mecanismo hormonal).