¿Cuáles son las funciones de los eritrocitos o conocidos también como glóbulos rojos y cuáles son sus características principales? Los eritrocitos o glóbulos rojos son las células de la sangre más numerosas: aproximadamente 5 millones por milímetro cúbico. Presentan una forma bicóncava (aplanada en el centro), que le representa una ventaja adaptativa. Además, el eritrocito maduro carece de núcleo, lo que hace que algunos las vean como células muertas.
La principal función de los eritrocitos es transportar los gases respiratorios (O2 y CO2) en unión química con la hemoglobina. Conoce además algunas características principales de los eritrocitos o también conocidos simplemente como glóbulos rojos dada su forma y color.
La ecuación se presenta en ambas direcciones. A nivel de alvéolos, la hemoglobina de los eritrocitos reacciona con el oxígeno, denominada oxihemoglobina (HbO3). De esta manera, el 99% del oxígeno es trasportado hacia los tejidos. Al llegar la oxihemoglobina a la sección capilar de la red vascular, la unión se rompe y el oxígeno es cedido a las células de los tejidos. El ciclo se repite una y otra vez. El total de hemoglobina en la sangre es de 14-16%, es decir por cada 100mL de sangre.
Los eritrocitos también transportan aproximadamente el 10% del gas carbónico (CO2) producido por las células, en unión química con la hemoglobina:
La ecuación también se presenta en ambas direcciones. En los capilares, el CO2 producido por los tejidos, reacciona en unión química con la hemoglobina, formando el compuesto carbaminohemoglobina (HbCO2), unión que se rompe en sus constituyentes primarios a nivel de los alvéolos pulmonares.
Es necesario aclarar, que ni el oxígeno ni el gas carbónico compiten por los sitios de unión de estos gases con la molécula hemoglobina. Caso contrario sucede con el gas monóxido de carbono (CO), producido por los automóviles. Este gas se liga a la hemoglobina, en los mismos sitios donde se liga el oxígeno, además su afinidad con la hemoglobina es mucho mayor, que la que presenta el oxígeno con la molécula de hemoglobina.
Significa lo anterior que si en el ambiente hay un determinada concentración de monóxido de carbono, éste se ligará a la hemoglobina y ocupará los sitios, que en otras circunstancias son exclusivos del oxígeno. Al no poder transportar el oxígeno, la persona puede morir por asfixia.
Una vez definida la principal función de los eritrocitos, relacionada con la rápida acción de captar y ceder los gases respiratorios a nivel de alvéolos y tejidos, se percibe la efectividad de la forma bicóncava del glóbulo rojo. La superficie del eritrocito es un 20% mayor, que la superficie de cualquier célula de forma esférica, que presenta el mismo volumen que el eritrocito. Así mismo, el punto más alejado del eritrocito en relación con la superficie, se encuentra tres veces más cerca de ésta, en comparación con el punto más alejado de la superficie de una célula de forma esférica, pero de igual volumen que el del eritrocito.
La primera ventaja sin duda alguna, está relacionada con un mayor espacio, que le permite transportar una mayor cantidad de hemoglobina y por ende de oxígeno. Pero sin duda alguna, la mayor ventaja está relacionada con la "vida vegetativa", que llevan los eritrocitos; al no tener núcleo, es como si carecieran de "cerebro" celular. Su accionar es pasivo, simplemente se limitan a seguir la corriente de la sangre, de ahí que algunos los cataloguen como células muertas.
Si tuvieran núcleo, llevarían una vida muy activa, desde el punto de vista del metabolismo, probablemente se reproducirían y sintetizarían nuevas proteínas, procesos que requieren grandes cantidades de energía, etc. Es más, resulta por lo demás sorprendente que el metabolismo de los eritrocitos sea predominantemente anaeróbico glucolítico. Llevar toda esa cantidad de oxígeno y no poderlo utilizar, constituye una gran ironía de la vida celular. Pero de ahí que el metabolismo de los mismos sea anaeróbico, para que así el oxígeno pueda ser entregado a las células de los diferentes tejidos de nuestro cuerpo.
Los eritrocitos tienen una vida promedio de 120 días; al romperse, sus partes constituyentes son fagocitados por los glóbulo blancos; la sección "hem" de la hemoglobina liberada, es convertida en bilirrubina, que formará parte de la bilis, proceso del cual se encargan las células hepáticas. En cuanto al hierro de la hemoglobina, será transportado por la transferrina hacia la médula ósea y hacia el hígado. La médula ósea lo emplea en la formación nueva de hemoglobina y el hígado lo reserva en forma de ferritina. Además del hierro, en el proceso de formación y maduración de los eritrocitos, se requiere de vitamina B12 y de ácido fólico.
La concentración de los eritrocitos está muy bien regulada por un mecanismo de tipo hormonal. Cada segundo la médula ósea envía a la circulación 2-3 millones de eritrocitos. Se espera que salgan de la circulación la misma cantidad de eritrocitos cada segundo. Sólo así se garantiza un número más o menos constante de glóbulos rojos.
La formación de eritrocitos por parte de la médula ósea, está controlada por la hormona eritropoyetina secretada por el riñón, particularmente en condiciones de hipoxia o déficit de oxígeno en los tejidos.
De las enfermedades relacionadas con los eritrocitos se pueden mencionar la policitemia, que significa un aumento injustificado del número de eritrocitos, y la anemia, que es todo lo contrario, es decir la disminución del número de eritrocitos por unidad de volumen, debido a causas diversas: hemorragia, hemólisis por envenenamiento o incompatibilidad sanguínea, destrucción de la médula ósea, carencia de hierro, carencia de vitamina B12 o ácido fólico en la dieta, o la imposibilidad del organismo de asimilar las sustancias mencionadas. La policitemia produce una mayor viscocidad de la sangre y en consecuencia un mayor trabajo para el corazón.
La principal función de los eritrocitos es transportar los gases respiratorios (O2 y CO2) en unión química con la hemoglobina. Conoce además algunas características principales de los eritrocitos o también conocidos simplemente como glóbulos rojos dada su forma y color.
La ecuación se presenta en ambas direcciones. A nivel de alvéolos, la hemoglobina de los eritrocitos reacciona con el oxígeno, denominada oxihemoglobina (HbO3). De esta manera, el 99% del oxígeno es trasportado hacia los tejidos. Al llegar la oxihemoglobina a la sección capilar de la red vascular, la unión se rompe y el oxígeno es cedido a las células de los tejidos. El ciclo se repite una y otra vez. El total de hemoglobina en la sangre es de 14-16%, es decir por cada 100mL de sangre.
Los eritrocitos también transportan aproximadamente el 10% del gas carbónico (CO2) producido por las células, en unión química con la hemoglobina:
La ecuación también se presenta en ambas direcciones. En los capilares, el CO2 producido por los tejidos, reacciona en unión química con la hemoglobina, formando el compuesto carbaminohemoglobina (HbCO2), unión que se rompe en sus constituyentes primarios a nivel de los alvéolos pulmonares.
Es necesario aclarar, que ni el oxígeno ni el gas carbónico compiten por los sitios de unión de estos gases con la molécula hemoglobina. Caso contrario sucede con el gas monóxido de carbono (CO), producido por los automóviles. Este gas se liga a la hemoglobina, en los mismos sitios donde se liga el oxígeno, además su afinidad con la hemoglobina es mucho mayor, que la que presenta el oxígeno con la molécula de hemoglobina.
Significa lo anterior que si en el ambiente hay un determinada concentración de monóxido de carbono, éste se ligará a la hemoglobina y ocupará los sitios, que en otras circunstancias son exclusivos del oxígeno. Al no poder transportar el oxígeno, la persona puede morir por asfixia.
¿Cómo relacionar la forma y la función en el caso de los eritrocitos??
Una vez definida la principal función de los eritrocitos, relacionada con la rápida acción de captar y ceder los gases respiratorios a nivel de alvéolos y tejidos, se percibe la efectividad de la forma bicóncava del glóbulo rojo. La superficie del eritrocito es un 20% mayor, que la superficie de cualquier célula de forma esférica, que presenta el mismo volumen que el eritrocito. Así mismo, el punto más alejado del eritrocito en relación con la superficie, se encuentra tres veces más cerca de ésta, en comparación con el punto más alejado de la superficie de una célula de forma esférica, pero de igual volumen que el del eritrocito.
¿Qué sentido biológico presenta el hecho de que los eritrocitos sean anucleados (sin núcleo)?
La primera ventaja sin duda alguna, está relacionada con un mayor espacio, que le permite transportar una mayor cantidad de hemoglobina y por ende de oxígeno. Pero sin duda alguna, la mayor ventaja está relacionada con la "vida vegetativa", que llevan los eritrocitos; al no tener núcleo, es como si carecieran de "cerebro" celular. Su accionar es pasivo, simplemente se limitan a seguir la corriente de la sangre, de ahí que algunos los cataloguen como células muertas.
Si tuvieran núcleo, llevarían una vida muy activa, desde el punto de vista del metabolismo, probablemente se reproducirían y sintetizarían nuevas proteínas, procesos que requieren grandes cantidades de energía, etc. Es más, resulta por lo demás sorprendente que el metabolismo de los eritrocitos sea predominantemente anaeróbico glucolítico. Llevar toda esa cantidad de oxígeno y no poderlo utilizar, constituye una gran ironía de la vida celular. Pero de ahí que el metabolismo de los mismos sea anaeróbico, para que así el oxígeno pueda ser entregado a las células de los diferentes tejidos de nuestro cuerpo.
Los eritrocitos tienen una vida promedio de 120 días; al romperse, sus partes constituyentes son fagocitados por los glóbulo blancos; la sección "hem" de la hemoglobina liberada, es convertida en bilirrubina, que formará parte de la bilis, proceso del cual se encargan las células hepáticas. En cuanto al hierro de la hemoglobina, será transportado por la transferrina hacia la médula ósea y hacia el hígado. La médula ósea lo emplea en la formación nueva de hemoglobina y el hígado lo reserva en forma de ferritina. Además del hierro, en el proceso de formación y maduración de los eritrocitos, se requiere de vitamina B12 y de ácido fólico.
La concentración de los eritrocitos está muy bien regulada por un mecanismo de tipo hormonal. Cada segundo la médula ósea envía a la circulación 2-3 millones de eritrocitos. Se espera que salgan de la circulación la misma cantidad de eritrocitos cada segundo. Sólo así se garantiza un número más o menos constante de glóbulos rojos.
La formación de eritrocitos por parte de la médula ósea, está controlada por la hormona eritropoyetina secretada por el riñón, particularmente en condiciones de hipoxia o déficit de oxígeno en los tejidos.
De las enfermedades relacionadas con los eritrocitos se pueden mencionar la policitemia, que significa un aumento injustificado del número de eritrocitos, y la anemia, que es todo lo contrario, es decir la disminución del número de eritrocitos por unidad de volumen, debido a causas diversas: hemorragia, hemólisis por envenenamiento o incompatibilidad sanguínea, destrucción de la médula ósea, carencia de hierro, carencia de vitamina B12 o ácido fólico en la dieta, o la imposibilidad del organismo de asimilar las sustancias mencionadas. La policitemia produce una mayor viscocidad de la sangre y en consecuencia un mayor trabajo para el corazón.