Concepto de deuda de oxígeno

Concepto de deuda de oxígeno. No es difícil percatarse de que nuestra ventilación pulmonar, al igual que la frecuencia cardíaca, permanecen activadas durante cierto tiempo, después de haber finalizado cierto tipo de ejercicio físico. Equivocadamente se podría suponer que una vez que nuestros músculos han cesado la actividad, la respiración y la frecuencia cardíaca también deberían de una manera súbita disminuir su actividad.

¿Si los músculos ya no se contraen durante el descanso, una vez finalizado el ejercicio o actividad física, por qué la respiración y la actividad cardíaca continúan activos a un nivel relativamente alto, al menos durante las fases iniciales de la recuperación?



La respuesta a la anterior pregunta se puede contestar argumentando dos explicaciones. En primer lugar, hay que referirse a la inercia, que caracteriza a los órganos y sistemas suministradores de oxígeno a los músculos esqueléticos (sistema cardio-vascular, respiratorio y sanguíneo). Así como se manifiesta la inercia de estos órganos durante la activación (actividad, trabajo), también se manifiesta (la inercia) durante la desactivación (recuperación, descanso).

En segundo lugar, en la actualidad es ampliamente conocido que nuestro organismo demanda durante el período de recuperación una determinada cantidad de oxígeno, a utilizarse en las reacciones que son claves en los procesos de recuperación. Se hace referencia al concepto de deuda de oxígeno, es decir a "la cantidad de oxígeno que consumimos por encima de los valores de reposo una vez haya finalizado la actividad deportiva, el ejercicio o la actividad física". Este concepto también se puede conocer como sobrecaptación de oxígeno. El déficit de oxígeno se puede presentar al inicio de la actividad física o durante la misma. Por el contrario, la deuda de oxígeno siempre se manifestará una vez el ejercicio culmine, es decir, durante la fase de recuperación.

Durante el período de recuperación, la velocidad con que se consume el oxígeno disminuye de una manera exponencial. Lo anterior significa que durante los primeros 2-3 minutos, el consumo de oxígeno es muy rápido; posteriormente el consumo de oxígeno se torna lento hasta que se logra, al cabo de 30-60 minutos de recuperación, los valores característicos del estado de reposo. Esta observación permite diferenciar la deuda de oxígeno en una fracción rápida o aláctica y en una fracción lenta o láctica.

El oxígeno de la fracción aláctica o rápida, como su primera denominación lo indica, no se relaciona con el ácido láctico producido por los músculos esqueléticos, cuando se explota el mecanismo anaeróbico lactacidémico (glucólisis anaeróbica). Por el contrario, el oxígeno de la fracción láctica o lenta, como su primer denominación lo indica, sí se relaciona con el ácido láctico.



El oxígeno de la fracción rápida o aláctica de la deuda de oxígeno se utiliza en:



- La recuperación de la O2-mioglobina, proceso que tarda unos cuantos segundos. La fibra muscular está en capacidad de "reservar" una pequeña cantidad de oxígeno, en unión química con la mioglobina, proteína parecida a la hemoglobina de la sangre.

- La recuperación de la tensión del oxígeno en la sangre venosa, proceso que también debe tardar unos cuantos segundos. Comparado con el estado de reposo, la tensión del oxígeno en la sangre venosa es menor en el momento de finalizar el ejercicio. No hay que olvidar que durante la actividad física se presenta un aumento de la diferencia arterio-venosa de oxígeno, diferencia que disminuye drásticamente unos segundos después de finalizar el ejercicio.

- En la recuperación de los fosfágenos (fosfocreatina-ATP). Esta recuperación también transcurre de una manera relativamente rápida (2-6 minutos). La recuperación de los fosfágenos ocurre en un 70% durante los primeros 30 segundos de haber realizado el ejercicio. La completa recuperación de éstos (ATP-PC), ocurre en unos cuantos minutos.



La recuperación de los fosfágenos ocurre con la participación de la energía procedente del mecanismo aeróbico. Lo anterior tiene un gran significado práctico: la imperiosa necesidad de poseer una buena capacidad aeróbica, por parte de los deportistas cuya actividad competitiva se base en los mecanismos anaeróbicos en la producción de energía. Lo anterior es clave, por cuanto le permite realizar al deportista un gran volumen de trabajo y le garantiza una más rápida recuperación, una vez haya finalizado una repetición, una serie de ejercicios, una sesión de entrenamiento, un microciclo o un mesociclo de trabajo.

Como su denominación lo indica, el oxígeno de la fracción láctica o lenta de la deuda de oxígeno, se utiliza en la remoción del ácido láctico (HLa), formado en grandes cantidades, cuando explotamos el mecanismos lactacidémico.

Durante el período de recuperación, un porcentaje muy alto, hasta un 70% del ácido láctico se oxidaba, particularmente en las fibras de contracción lenta del músculos esquelético y en las fibras miocardiales. La oxidación del ácido láctico puede durar 60-90 minutos, aproximadamente. Este proceso puede acelerarse si durante la fase de recuperación, el deportista realiza un trabajo de trote lento, durante el cual se involucran mayoritariamente las fibras musculares esqueléticas de contracción lenta.



Durante la fase tardía de la deuda de oxígeno, aproximadamente el 20% del ácido láctico producido es convertido en el hígado en glucógeno, a través de un proceso bioquímico denominado gluconeogénesis. Este proceso podría durar entre 1-2 horas, aproximadamente.

La completa recuperación del glucógeno en todos los niveles (muscular y hepático), puede tardarse hasta 2 y 3 días, dependiendo de varios factores, tales como la cantidad de glucógeno comprometido durante la actividad deportiva y las características de la dieta. Es de esperarse que una dieta rica en carbohidratos permita una más rápida recuperación del glucógeno, a diferencia de una dieta pobre en carbohidratos y rica en grasas.

Es obvio que en la completa recuperación del glucógeno, seguirá participando el oxígeno, pero ya no el oxígeno que se asocia con la deuda de oxígeno, por cuanto la duración total de ésta difícilmente excede la hora. El 50% de la deuda láctica, se puede cancelar al minuto 15 de la recuperación, el 75% en el minuto 30 y el 95% de la deuda láctica, aproximadamente en una hora. Según muchos fisiólogos, la deuda láctica puede llegar a ser de 8 litros de oxígeno. Hay otros que plantean que puede llegar a ser de 2-3 litros de oxígeno.